Qué capas tiene SATE y qué función cumple cada una

En la búsqueda constante de soluciones sostenibles y eficientes para la construcción, el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), gracias a sus capas, ha emergido como una respuesta innovadora y efectiva para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Este enfoque revolucionario ha ganado una popularidad significativa en la industria de la construcción, transformando la manera en que concebimos y ejecutamos proyectos arquitectónicos.

El sistema SATE consta de varias capas, cada una diseñada para desempeñar un papel específico en la protección y aislamiento térmico de las estructuras. La importancia de esta solución radica en su capacidad para abordar uno de los desafíos más importantes en la construcción: la pérdida de energía a través de las envolventes de los edificios.

Con un enfoque en la mejora del rendimiento térmico, el SATE, y las diferentes capas que lo conforman, se ha convertido en una herramienta fundamental para aumentar la eficiencia energética de las estructuras, reduciendo tanto costes operativos a largo plazo como la huella ambiental.

La popularidad que ha ganado el SATE se debe a varios factores clave. En primer lugar, su capacidad para proporcionar aislamiento térmico sin afectar el espacio interior del edificio es un punto crucial al instalarse las diferentes capas en la parte exterior. De esta forma, se evita la pérdida de espacio habitable.

Otro aspecto atractivo del SATE es su versatilidad. Puede aplicarse en una variedad de construcciones, desde viviendas residenciales hasta edificios comerciales e industriales. Además, ofrece una solución eficaz tanto en climas fríos como en climas cálidos.

Como vemos, sus beneficios son múltiples, pero, para ello, es importante que cada capa del sistema cumpla a la perfección su cometido, garantizando un rendimiento holístico. Por eso, a continuación, te contaremos más sobre las distintas capas que componen el SATE y sus funciones fundamentales.

Capa de aislamiento

La primera capa es el componente esencial del sistema: el aislamiento. Esta capa está formada por paneles de aislamiento a los que se les aplica un adhesivo de base cementosa (Rhona T-700) para el pegado en el soporte. Antes de su colocación, es necesario contar con un perfil de arranque SATE para determinar la zona de inicio del sistema.

Esta capa tiene como objetivo principal proporcionar una barrera térmica efectiva entre el interior y el exterior del edificio. Los paneles se colocan en hiladas horizontales y trabadas, mediante la aplicación de un adhesivo. Según las necesidades, el espesor SATE puede variar en grosor. Por otro lado, estos paneles pueden ser de diferentes materiales SATE: EPS, XPS o lana de roca.

Los paneles de aislamiento contribuyen significativamente a reducir la pérdida de calor en invierno y mantener una temperatura fresca en verano. Además, se emplea un sistema de fijación mecánica para asegurar la estabilidad y durabilidad del aislamiento a lo largo del tiempo.

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Recubrimiento base

La siguiente capa, conocida como recubrimiento base, desempeña un papel crucial en la protección y estabilidad del material aislante. Está compuesta por un mortero formulado con polímeros de última generación, lo que proporciona una capa resistente y duradera. La inclusión de una malla SATE de fibra de vidrio refuerza la integridad estructural y mejora la capacidad de resistir tensiones mecánicas.

Esta capa no solo protege el aislamiento térmico, sino que también potencia la resistencia a posibles impactos y alivio de tensiones superficiales, lo que permite que no sea necesario contar con juntas de dilatación.

Entre los componentes de esta capa base del sistema SATE Rhonatherm podemos destacar el mortero Rhona T-700, así como las mallas de fibra de vidrio Rhonamesh T-150 o Rhonamesh T-350.

Revestimiento decorativo

La capa final del SATE es el revestimiento decorativo, encargado no solo de proporcionar una apariencia estética y acabado final al sistema, sino también funcionalidades técnicas.

Esta capa consta de dos partes: una primera capa de imprimación que asegura una buena adherencia del mortero acrílico posterior. El mortero acrílico, por su parte, no solo añade un toque decorativo, sino que también actúa como una barrera adicional contra los elementos exteriores. Este revestimiento es altamente resistente a la intemperie, evitando la infiltración de agua y protegiendo las capas subyacentes.

Al contrario de lo que se pueda pensar, los acabados de esta solución constructiva son de gran belleza estética, alcanzando un grado de personalización único, como puedes ver en estas fotos de fachadas SATE. De esta forma, los edificios pueden disponer de diferentes combinaciones de granulometría y pigmentos de gran calidad en la capa del revestimiento decorativo, dando lugar a diseños de gran personalidad.

En este sentido, la familia de productos Reviquarz cuenta con las soluciones impregnantes y acrílicas para la capa de acabado dentro del sistema SATE Rhonathem.

Como hemos visto el SATE se compone de tres capas fundamentales, cada una con una función específica. La capa de aislamiento proporciona una barrera térmica eficiente, el recubrimiento base protege y refuerza el material aislante, mientras que el revestimiento decorativo proporciona un acabado estéticamente agradable y duradero. Juntas, estas capas forman un sistema integral que no solo mejora la eficiencia energética de los edificios, sino que también proporciona una solución duradera y atractiva para la envolvente de las estructuras.

¿Todavía tienes dudas? Contacta con nosotros. En Rhonatherm somos expertos en la solución constructiva de aislamiento térmico por el exterior. ¡Estaremos encantados de asesorarte!