Ahorrar en la factura de gas: ¿Cómo hacerlo? 

Con la llegada del invierno, la calefacción se convierte en un elemento esencial para el bienestar de las familias en las viviendas. Todo ello, sumado al creciente precio de la energía, hace que ahorrar en la factura del gas se convierta en algo vital para los hogares. 

En los últimos meses, el precio de la luz y del gas ha aumentado hasta alcanzar valores de récord y, previsiblemente, no parece que eso vaya a cambiar a futuro. Es por eso que, cada vez más familias, buscan las vías para ahorrar gas. 

De hecho, el Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha lanzado en las últimas semanas la campaña titulada “Derrochólicos” con la que pretenden concienciar sobre el ahorro energético. La campaña está compuesta por un decálogo en el que recogen diferentes recomendaciones. 

Aunque existen diferentes fórmulas para conseguir este objetivo, muchas de ellas son soluciones a corto término que, con el paso del tiempo, pueden convertirse en un verdadero incordio para las familias. Por eso, es importante invertir en soluciones que, tanto a corto como a largo plazo, permitan economizar en la factura del gas sin que eso suponga un perjuicio. 

Una de las mejores soluciones para ahorrar energía en la vivienda es contando con sistemas de aislamiento térmico exterior como SATE rhonatherm, que permiten potenciar la eficiencia energética y suponer un alivio económico en los gastos.  

Además, más allá de la eficiencia energética y el confort térmico, este tipo de sistemas cuentan con otros beneficios como: la reducción de la huella de carbono, la revalorización del inmueble o el aumento de la vida útil del edificio. 

A continuación, te contamos más sobre cómo ahorrar gas gracias al aislamiento térmico. 

Bajar la factura del gas gracias al aislamiento térmico SATE 

Con el sistema rhonatherm es posible bajar la factura del gas de una forma fácil y medioambientalmente responsable. El ahorro energético que proporciona este sistema disminuye hasta un 60% el importe. Algo que supone unos ahorros más que considerables a final de mes. En definitiva, el aislamiento, más que considerarse un gasto, se convierte en una excelente inversión que se compensa a corto plazo. 

Esto es así porque el SATE rhonatherm está diseñado específicamente para mejorar la estabilidad térmica de las viviendas, reduciendo de forma drástica los cambios de temperatura que pueden darse dentro de las casas. Gracias a este sistema, en invierno podremos evitar que la vivienda pierda el calor suministrado por la calefacción y mantenga la temperatura de forma idónea en el hogar. ¡Di adiós a las fugas de calor! 

De esta manera, no tendremos que estar subiendo la calefacción constantemente, ni tenerla a una temperatura alta de forma sostenida, ya que la vivienda se convertirá en un espacio adecuado para retener el calor. La energía utilizada será mucho más eficiente y podremos ahorrar en la factura del gas. 

Rehabilitación energética para ahorrar gas 

Una de las cosas que es importante conocer es si tu casa está bien aislada, puesto que, de esta forma, podrás saber si tienes la posibilidad de contar con este sistema en la vivienda. Si no está bien aislada, es importante contemplar la opción de instalar un aislamiento térmico exterior puesto que, tanto a nivel económico o energético como de confort, el bienestar en la vivienda aumentará considerablemente. 

Si valoras la opción, debes saber que existen diferentes ayudas para rehabilitar fachadas en España, con las que puedes instalar los aislamientos térmicos con un incentivo económico importante. Y, es que, el sistema SATE rhonatherm no es exclusivo para obras de nueva construcción, sino que puede instalarse en el proceso de rehabilitación de la fachada. 

Con la fachada rehabilitada energéticamente gracias al SATE, y una excelente capacidad de retención del calor, podremos ahorrar gas en una medida importante. Cuánto ahorrar por rehabilitación energética depende de cada caso, pero puede alcanzar el 60% a la hora de ahorrar en la factura de gas. Esto es así porque ya no hará falta estar calentando la casa constantemente, tratando de suplir las fugas térmicas que pueda haber, al contar con un sistema eficaz. 

¿Cómo ahorrar gas en invierno? 

Ahorrar gas en invierno es la misión que muchas familias se plantean, puesto que los importes altos en las facturas suponen un lastre para la economía familiar. Existen diferentes soluciones para el ahorro de energía en invierno, siendo uno de los más destacados el sistema de aislamiento térmico de los edificios, comentado en el punto anterior.  

Entre las diferentes soluciones para ahorrar gas en invierno despuntan: 

Comprobar el aislamiento del hogar 

Uno de los puntos principales para ahorrar gas, y energía en general, es revisar el aislamiento que dispone el hogar. Para ello es importante analizar por qué lugares puede escaparse el calor de la casa y acceder el frío del exterior. 

En este sentido, como ya se ha comentado, es importante valorar instalar un sistema SATE para potenciar la eficiencia energética en el hogar y ahorrar en la factura del gas. 

Revisar el contrato de gas 

Otro aspecto para analizar es la propia tarifa que tenemos con la distribuidora de energía. Estudiar bien las implicaciones que tiene nuestro consumo en lo que pagamos puede convertirse en un gran ahorro cuando llega el final del mes. 

Es un buen ejercicio que se puede llevar a cabo de forma anual el revisar la tarifa que pagas y compararlo con las ofertas de otras compañías. 

Optimizar la temperatura de la vivienda

Optimizar la temperatura de la vivienda es vital para ahorrar en la factura de gas. Esto es así porque, al conseguir que el clima del hogar sea estable, se elimina la dependencia de una calefacción alta de forma constante. 

Para ello, contar con aislamiento térmico exterior es importante, pero también establecer unos grados específicos para el calentamiento de la casa. En este sentido, la campaña “Derrochólicos” del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha establecido en su decálogo la recomendación de poner la calefacción a 19 grados para mantener el confort. Ten en cuenta que cada grado de más incrementa el consumo cerca de un 7%.